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CORAZON DE MADERA
(Por MN Alejandro Albarrán)
“En adelante quien venga a jugar conmigo,
que no tenga corazón”
Oscar Wilde
Hace no mucho tiempo el amigo Isidro Campuzano, ajedrecista luchón a quien tengo la fortuna y el agrado de conocer de hace años, me obsequió el problema que a continuación veremos. Decir me obsequió es una forma de llamar ese noble gesto suyo de compartir lo que tiene de valioso con quien puede apreciarlo y en este caso, que bueno, he sido yo la persona a quien él considera apta para ese fin, para acceder al disfrute estético de una composición ajedrecística que por su oportunidad y originalidad, no podía quedarse bajo la almohada de una sola persona. Así pues, las composiciones de ajedrez como la que obsequiaremos hoy a nuestros lectores, deja de ser desde su alumbramiento y por ese hecho propiedad de una o dos personas y se vuelve en este mundo derecho común para quien se gane su misterio (diagrama):
Juegan las blancas y dan mate en 4 movimientos.
Recreando la escena y asumiendo en ese contexto que es del César lo que a él le toca,
el rey blanco inicia la persecución de su adversario. 1.-Rc3!
El signo de admiración denuncia lo buena que es una jugada.
Con un paso al frente el monarca rechaza a su contrincante enviándolo al cadalso del tablero representado por las últimas filas.
Para el negro no hay más a donde ir. 1...Rc6, 2.-Ab5 ¡Cerrando puertas y ventanas!
El ágil alfil impide la escapatoria por la casilla d7
y ciñe los caminos hacia la fatídica esquina, el grave rincón donde nunca ningún rey querrá ser llevado ni por la fuerza ni con zalamerías.
De cualquier manera lo que al rey negro queda es la lejanía y en ella huir, huir, huir: si 2...Rc5, 3.-b4 mate. 2...Rb7, 3.-d7!
El infante se suma a la cruzada y adelantándose a los acontecimientos bloquea la ruta de escape por la casilla c8.
Vacante queda la esquina con su falta de espacio, con su ralo aire. 3...Ra8,
Sin apartar la mirada de sus captores el rey corre,
tropieza y derriba desahuciado cuanto se le cruza. Desenfundando su temblorosa espada amenaza con herir a quien lo persiga si da
otro paso pero el fin esta cerca. Como terrible presagio un ave surca los cielos y es entonces cuando uno de los alfiles aprovechando
la distracción, asesta un lance de muerte a quien ya la muerte desquicia;
son los últimos momentos de esta simbólica escena: 4.-Ac6 mate.
Tradicionalmente los juegos de ajedrez han sido hechos de madera y para el gusto de Isidro y mío, también este corazón. Gracias hoy.
alexalbarran@yahoo.com
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