ciudad ajedrez .com
Las mujeres y el ajedrez.
 MENU GENERAL INICIAR SESION    REGISTRARME
ciudad ajedrez
     
Ver usuarios

Enviado por: Difusionajedrez Ver más artículos
Redactar un artículo
en Ciudad Ajedrez

COMPARTIR Windows Live facebook twitter Blogger email


Visitas: 72        Comentarios:

Las mujeres y el ajedrez.
Enviado en: 11-12-2012

En los últimos años las mujeres han ganado terreno en varios ámbitos considerados sólo para los hombres, como en las disciplinas deportivas.  En este ámbito las actividades que incluyen trabajo físico, mantienen una serie de consideraciones de categorías entre femenil y varonil muchas veces por diferencias biológicas mal interpretadas o por actividades que implican cierto tipo de fuerza, asociada con el peso y la estatura,  que  las mujeres no podrían disputar por igual contra un contrincante hombre.  Sin embargo, al hablar de deportes que no implican la fuerza física, como en el ajedrez: ¿Qué sucede con las mujeres?

El ajedrez es uno de los deportes donde el gran esfuerzo que se realiza es en la mente, por ello  las personas se preguntan el porqué de la diferencia de niveles entre hombres y mujeres, pues en este juego no se utiliza ningún aspecto físico que pudiera crear una diferencia. No falta alguien que se aventure a asegurar que la capacidad analítica y de lógica está más desarrollada en los hombres que en las mujeres. Por otra parte hay quienes tratan de explicar una diferencia biológica cerebral.

En la 2da Fiesta del Ajedrez  de la UNAM varias mujeres se disputaron el título Torneo Internacional Magistral “Grandes Maestras”,  las finalistas dieron unas simultáneas a universitarias a la par que el Gran Maestro (GM) español Miguel Illescas, y el periodista -también ibérico- especializado en ajedrez, Leontxo García, en el tiempo que duraron las simultáneas amenizaban a la concurrencia. Entonces  alguien del público levantó la mano y  preguntó: ¿Por qué las mujeres juegan menos al ajedrez? Leontxo señaló que había un estudio aseguraba que los hombres al ganar una partida de ajedrez derramaban gran cantidad de testosterona lo cual les producía verdadero placer. Por otro lado cuando una mujer jugaba este factor estaba ausente. Por ende, explicaba que las mujeres no jugaban tanto porque el placer que les producía ganar no era tan grande como el de los hombres.

Más allá de la veracidad o no del estudio, es importante señalar que  (una vez más) la ausencia de jugadoras se estaba explicando desde una perspectiva biológica, y por ello he decidido escribir este artículo, pues considero que las diferencias entre hombre y mujeres en el ajedrez son sociales y culturales.

Entre las cien personas ajedrecísticas mejores en el mundo sólo hay una mujer, Judith Polgar. ¿A qué se debo esto? En realidad Leontxo dio un dato importante: “Casi las mujeres no juegan ajedrez”. Y sin duda eso se relaciona con los pocos lugares que ocupan en las listas de los mejores ajedrecistas en el mundo. El porcentaje de mujeres y niñas que juegan al ajedrez en el mundo es de alrededor de dos por ciento de la población total de los jugadores de ajedrez, incluyendo a jugadores ocasionales. Por ende si sólo el dos por ciento juega, se verá reflejado en los resultados de los lugares que ocupan en comparación con los hombres.

Entonces, la pregunta es, (como ya señalé): ¿Por qué las mujeres no juegan al ajedrez?  Y aquí sí hablaremos de diferencias, pues está en las formas en se educa a las mujeres y a los hombres. Hay estudios que hablan sobre el deporte y las mujeres, señalando que el deporte tiene un discurso de fuerza y rivalidad nacido desde un mundo y una visión masculina. Y que precisamente estos valores se construyen  desde la infancia, creando una conducta corporal aprehendida. Por ello la participación de las mujeres es mayor en deportes como gimnasia y el tenis, deportes que se funden en características asumidas socialmente propias para las mujeres. Tenemos entonces que desde que somos infantes nos enseñan y aprehendemos roles de género que se reflejan en los deportes que practicamos.

Esto aplicado al ajedrez recae en que aunque insistan en enseñar el ajedrez por igual a niños y niñas, es más fácil que un niño se involucre en el juego (por todas las características que el rol aprehendido como masculino comparte con éste) que una niña. Explicado de forma sencilla, usted sabe que el rosa se asocia con un color femenino, también puede pensar que no necesariamente sea exclusivo de las mujeres el rosa, y que un hombre si así lo desea puede vestir una camisa rosa, ya que los colores son de todas las personas; pero entonces ¿por qué a los bebés (hombres) no se les viste de rosa? Porque hay una serie de discursos aprehendidos y asumidos más allá de la voluntad de elección de un color. Así más allá de que pensemos que el ajedrez es también para las mujeres hay una formación previa que hace que las mujeres aprendan a ser mujeres, y esta forma de ser mujer implica no tener involucrarlas con ciertas características que desarrollan en los niños. Entonces una niña que ya a aprendido qué es lo que se asocia con las mujeres, generalmente no ve el ajedrez como algo que llame su interés. En el ajedrez hay una serie de símbolos de rivalidad, guerra, lucha y dominación que no necesariamente se les enseñan a las mujeres. 

[Pintura de Mujeres Jugando Ajedrez en el siglo XIII, aunque en la imagen podemos suponer que se retrata una escena cotidiana, esto está muy alejado de la realidad]

Esa es la explicación dada por quienes estudian el deporte y las diferencias de géneros, pero si no les ha convencido, hay otra explicación. El mundo del ajedrez es un mundo creado por  hombres. El acceso de las mujeres al ajedrez como competición fue muy posterior. El ajedrez no está dirigido hacia las mujeres. Judith Polgar cuenta la anécdota que cuando ella competía algo tan simple como los son los sanitarios femeninos no existían. Las convocatorias e invitaciones contienen un discurso nada incluyente, siempre se habla de “los jugadores”, “los participantes” y en “Impulsar el ajedrez en los niños”. Además históricamente existe una desventaja. En realidad es muy recientemente han ido las mujeres abriendo brecha  en la participación ajedrecística. Aunque sabemos de que a finales del siglo XIX había grupos de mujeres que se reunían a leer y jugar ajedrez, esto sucedió en escaso número y sólo entre las mujeres pertenecientes a las clases altas norteamericanas y europeas.  

Entonces, es importante señalar que todavía esta asociación del hombre con el ajedrez aún impera, por ello se les enseña a jugar desde pequeños más a hombres que a mujeres. No es coincidencia que Judtih Polgar juegue tan bien siendo hija de un matrimonio que tuvo puras mujeres, así ella recibió un buen entrenamiento desde pequeña, al igual que sus hermanas. Demostrando que las mujeres también pueden jugar. Ya quisiera ver yo que una mujer de la India reciba las mismas oportunidades que tuvo Anand (que no han sido muchas). Si las mujeres desde pequeñas llevaran la misma instrucción que los hombres podrían ir teniendo un mejor nivel. Recordemos que el lugar donde se aprende es casi siempre en el hogar, y es aquí donde debemos enseñar por igual.

[Las hermanas Polgar estudiando ajedrez]

Estas son algunas explicaciones, sin duda hay más. Lo importante es alejarnos de un discurso biológico y comenzar a dar explicaciones sociales. Si bien las diferencias biológicas existen, es importante no señalar estas diferencias como símbolo de inferioridad femenina y hay que tener mucho cuidado al interpretarlas como justificación de una desigualdad social. 


 facebook A  18 personas les gusta este artculo



Artculos de Difusionajedrez
agregar comentario
Agregar comentario: Número de caracteres:


Para agregar comentario debes Iniciar sesinAQUI
fin de la informacion

EL art??culo y su contenido es responsabilidad del autor del mismo