Diagrama
165 TEMAS
TÁCTICOS: REY A LA DEFENSIVA III VEINTICINCO
RAZONES POR LAS CUALES EL AJEDREZ DEBE ESTAR EN LAS ESCUELA Seguimos publicando una
razón por la que el ajedrez debe estar en las escuelas. Espero que sea de su
interés. 25. Sentido de transparencia: en el ajedrez se
requiere el seguimiento exhaustivo de una serie de reglas cuyo incumplimiento
no es aceptable y es penalizado. Tampoco el jugador puede responsabilizar a
nadie de sus errores. Son sus propias capacidades y acciones las que determinan
su acierto u error. El alumno debe aprender a ser honesto e íntegro consigo
mismo y con los demás. El tramposo no existe en ajedrez, excepto con los ordenadores
o móviles. Los niños respetan con más facilidad las reglas de un
juego que las de la clase. En el grupo de clase, cuando un niño desobedece las
reglas de un juego los demás se enfadan; en cambio, cuando un niño se
manifiesta secreta y abiertamente contrario a alguna norma o decisión impuesta
por parte de algún profesor, los demás, en general, lo respaldan. "Hoy
en día se habla mucho sobre la transparencia de los partidos políticos. Yo
afirmo lo siguiente: si una persona que se dedica a lo público hubiese jugado
al ajedrez en su infancia, seguramente sería más transparente." (APOLONIO DOMINGO) "El
tramposo estaría perdido en el mundillo del ajedrez, porque ¿cómo podría hacer
trampas? Eso funciona en el juego de naipes, pero no en el ajedrez, donde,
fundamentalmente, se juega mostrando las cartas. Vale admitir que uno de los
jugadores dé un ligero y disimulado empujón a escondidas a una torre colocada
desfavorablemente; o coloque otra vez sobre el tablero, furtivamente, un peón
capturado. Sin embargo, la sola mención de esta posibilidad roza con la ofensa.
Todo ajedrecista algo experimentado, conserva la posición en su mente de tal
modo, que puede identificarla enseguida al regresar, por ejemplo, del W.C.;
cuando menos, se quedaría perplejo si, de pronto, la colocación de cualquier
pieza no se corresponde con las reflexiones precedentes. Todo lo contrario,
todo espectador, cuida de que las reglas sean observadas. Las partidas de los
torneos transcienden incluso a la opinión pública; ningún control podría ser
más severo y sencillo. Precisamente, el ajedrez se diferencia, en este punto,
de la vida. En el mundo, hay bastantes reglas, prescripciones y leyes, y los
hombres se atienen también a ellas, pero no con ese ciento por ciento de
confianza que adorna a todo ajedrecista medianamente capaz. El jugador se
comete con alegre celo al rigor de las inflexibles reglas. ¿Es así en la vida?
En ella, el primero deja hacer a cinco; el segundo, indica con los dedos; el
ternero guiña un ojo; y el cuarto toma a pecho el undécimo mandamiento: “No
debes dejarte engañar”. En el ajedrez, todo el mundo lo seguiría.” (ROSWIN FINKENZALLER, WILHELM ZIEHR Y EMIL M. BÜHRER,
Ajedrez 2000de historia, Editorial Anaya) La posición del diagrama corresponde a una partida jugada
en Polonia, en 1987, entre Gauglitz Gernot vs Cvetkovic Srdjan. Con el tema táctico de "REY A LA DEFENSIVA", Cvetkovic
Srdjan, conductor de las piezas negras y que le corresponde jugar consigue el
abandono de Gauglitz Gernot ante el mate imparable. La partida se desarrolló de
la siguiente forma: 1.- El rey negro realiza el
enroque largo para dejarle vía libre a la torre. 2.- Las blancas atacan con la torre "f"
en la casilla "b1".
Las negras sacrificando su torre dan jaque capturando al peón. 3.- Las blancas abandonaron
ante el mate que se avecinaba. (Si 3. Rxh2, Th8#) Hubiese sido un mate de torre con ayuda de un caballo. http://www.elajedrezenlaescuela.com
|