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Selene

Selene Flores Romero

DF México

Visitas: 69        Comentarios:
2014-09-09 22:30:30
 
Ajedrez y locura.
 



El ajedrez es conocido por ser un juego de intelecto y diversión,  es común que dentro de los códigos discursivos el ajedrez sea el juego favorito para simbolizar a personas inteligentes. Pero no en todas las narraciones e interpretaciones narrativas recaen en este signo. De hecho, existen casos que  aunque se asume la inteligencia de quien practica el juego, el discurso apunta a la locura, la obsesión o referencias de maldad de quienes practican el ajedrez.
Varias obras de ficción reflejan entre sus protagonistas ajedrecistas como personas perturbadas. En la conocida Novela de Ajedrez, el protagonista, el Dr. B,  es un ex prisionero político, víctima del nazismo, confinado a aislamiento total, tiene que evitar los tableros de ajedrez como recomendación psiquiátrica, pues durante su encierro utilizó al ajedrez como válvula de escape, y llegó a tal obsesión que colapsó. En esta misma novela, el ajedrez también altera la personalidad del otro personaje principal, Mirko Czentovic, un personaje poco simpático, engreído y egocéntrico.  
En La Defensa Luzhin, Vladimir Nabokov retrata a un jugador de ajedrez (Luzhim) con desórdenes mentales, Luzhim muestra una personalidad un tanto retraída. La forma de sociabilizar del personaje está marcada por una tremenda racionalidad en sus actos. Es tímido y posee una gran ingenuidad. Su mente está literalmente en el ajedrez.  En esta novela el ajedrez es un arma que utiliza el protagonista Luzhim para contrarrestar al mundo que lo violenta, pero esta arma acaba por volvérsele en contra absorbiendo toda su vida. 
En la película Hijo de Caín, el ajedrez y la maldad se entremezclan en Nico Albert, un joven obsesionado con el ajedrez, él es sumamente callado y goza de una inteligencia extraordinaria. Nico juega compulsivamente al ajedrez, todos los días y a toda hora,  tras su comportamiento extraño, antisocial y violento,  es llevado al psicólogo quien se esforzará en saber qué es lo que le ocurre.
A veces, el ajedrez es motivo para señalar o recordar escenas o episodios atroces. Ya sea en la ficción o en la vida real, el ajedrez se ha prestado para que depositen en él un simbolismo oscuro. Está por ejemplo la novela La tabla de Flandes, en dónde el óleo de una partida de ajedrez encierra un enigma homicida. Un caso verídico y brutal es lo que ocurrió en  Moscú a principios del presente siglo, cuando un asesino serial cometió y confesó 61 asesinatos,  fue bautizado el asesino del ajedrez, después de que la policía descubrió en su domicilio un tablero de ajedrez con 61 casillas cubiertas cada una con una moneda, cada moneda representa un asesinato distinto.
En el mundo del ajedrez profesional, hay ajedrecistas a quienes por salud se les ha recomendado retirarse de las competencias. Claro ejemplo es el de Carlos Torres, el mejor jugador que ha tenido México, por cuestiones de salud tuvo que retirarse del ámbito ajedrecista, se cuenta que se le sorprendió corriendo desnudo por todo el recinto de un torneo en Polonia.
 También está el caso de Steinitz,  quien aseguraba hablar por teléfono sin auricular, incluso el cónsul norteamericano sugirió que lo recluyeran en un sanatorio.  Y así fue, por un tiempo el oficialmente primer campeón mundial Steinitz estuvo en un psiquiátrico de Moscú.
Rubinstein, contemporáneo de Lasker, y que nunca pudo disputar el campeonato mundial por lo difícil de llegar a un acuerdo, sufría de trastornos mentales, antropofobia,  manías persecutorias e hidrofobia. Y aun así jugaba torneos, aunque era llevado del psiquiátrico en una ambulancia para terminando su partida regresarlo. Mientras a su oponente le tocara tirar, Rubinstein se retiraba a un lugar alejado para no molestar a su rival. Debido a su miedo al agua, para viajar en barco tenía que hacerlo con los ojos vendados para no ver el mar.
El jugador Paul Morphy, después de una brillante participación en una gira en Europa, decidió retirarse del ajedrez, y no volvió a tocar un tablero, se enojaba si alguien mencionaba algo relativo al ajedrez.
Todo mundo recuerda las excentricidades de Bobby Fisher. Uno de los genios más polémicos del mundo del ajedrez, siempre tenía condiciones para hacer el arreglo de una contienda,  Fisher fue campeón del mundo hasta que impugnó las reglas de la FIDE por lo que fue despojado del título, por sus conflictos con el gobierno estadounidense pasó  nueve meses detenido en Japón para no ser extraditado a Estados Unidos. Por algunas personas ha sido considerado un genio y por otras un loco.

El ajedrez también tiene un lado que ficticio o no, no es agradable. Pero tampoco es destino  para quien gusta de este juego.  


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