Por Javier Vargas Pereira
El ajedrez es un juego de anticipaci贸n. Todo jugador debe imaginar los acontecimientos a futuro, preverlos mentalmente y determinar un desenlace favorable. La ciencia que estudia el futuro se llama prospectiva. Consiste en la exploraci贸n de posibilidades a futuro en base a indicios presentes. El vocablo fue creado por el pensador franc茅s Gast贸n Berger. Su principal objetivo es analizar las problem谩ticas venideras a partir del estudio de sus caracter铆sticas actuales, con vistas a elaborar planes de acci贸n para darles sentido y controlarlas. Entre sus beneficios est谩 el proporcionar a los planificadores una visi贸n anticipada de los acontecimientos, as铆 como probables escenarios que ofrezcan opciones para lograr metas o prevenir desastres. El examen y la determinaci贸n de hechos a futuro depende de la representaci贸n objetiva de la realidad y, b谩sicamente, de los medios para controlarla. Es lo que hace el ajedrecista cuando piensa. A partir de los datos que ofrece una posici贸n, visualiza y examina mentalmente los acontecimientos y posiciones a futuro. El maestro Rub茅n Fine, en su libro, Ajedrez mundial, dice: 鈥淟as ideas en ajedrez son simplemente posiciones a futuro. Tener una buena idea consiste en vislumbrar una buena posici贸n. Pero, naturalmente, no es bastante tener ideas; todo jugador tiene docenas de ellas en el transcurso de la partida. Las ideas que cuentan son aquellas que pueden ser llevadas a cabo.鈥

As铆, el c谩lculo de variantes, las jugadas profil谩cticas y la formulaci贸n de planes t谩cticos y estrat茅gicos, no son m谩s que prospectiva aplicada. Pero la elaboraci贸n de un planes ajedrec铆sticos debe hacerse mentalmente, es decir, hay que imaginarlos.
De manera que no hay plan sin prospectiva. Como en las artes militares, en la industria o en la pol铆tica, todo plan debe tener un fundamento, as铆 como medios suficientes para realizarlo. Su sentido depende del o los objetivos trazados. Entre sus principales caracter铆sticas est谩n la factibilidad, la econom铆a de recursos, la flexibilidad y sobre todo la eficacia. As铆, en la vida y en el ajedrez, el porvenir comienza en el presente. Planificar, en cualquier 谩mbito, es tratar de alcanzar lo deseable y evitar lo indeseable, es decir, controlar el futuro.
Adem谩s de ser un ejercicio de prospectiva, el ajedrez es un juego de deducciones, entendidas como procedimientos mediante los cuales, partiendo de uno o m谩s datos o juicios, se derivan otros de los que se obtiene un conocimiento. A los juicios que sirven como antecedentes se les llama premisas; a su resultado, conclusi贸n.
El ajedrez tambi茅n es un juego de lo posible. Lo posible es una categor铆a 鈥渃ompleja y pesada鈥, en palabras del fil贸sofo Soren Kierkegaard, quien en su ensayo, El concepto de la angustia, sostiene: 鈥淟a posibilidad es la m谩s pesada de todas las categor铆as. En la posibilidad todo es igualmente posible, y quien haya sido educado de veras en ella, habr谩 llegado a comprender, con no menos perfecci贸n, tanto las cosas que nos infunden espanto como las que nos hacen sonre铆r.鈥 Durante la partida, el jugador orienta sus reflexiones a la realizaci贸n de lo posible. Se trata de una suerte de predeterminaci贸n del futuro. Cuando eval煤a series de secuencias, variantes y subvariantes que conducen a un fin determinado, la totalidad de sus deducciones, su sentido y la estructura resultante, son de naturaleza potencial, es decir, corresponden a la categor铆a de las posibilidades. Seg煤n el maestro austriaco Rudolf Spielman, 鈥溌a fuerza de juego de un ajedrecista es la fuerza de evaluar las posibilidades!鈥
Lo posible es lo que puede ser o no ser. La respuesta est谩 en el futuro. El fil贸sofo alem谩n, Hans Reichenbach (1891- 1853) distingui贸 la posibilidad l贸gica de la posibilidad f铆sica. La primera, dijo, 鈥渟ignifica algo que no contradice las leyes emp铆ricas y la segunda algo que est谩 dentro del reino de los m茅todos pr谩cticos conocidos.鈥 Desde la poes铆a, el vate potosino (1919- 2011) F茅lix Dahuajare, en, 鈥El l铆mite que se franquea鈥, dice:
鈥淟o posible insin煤a sus lejanas riberas
con el brazo seguro y prometido
la sangre se delata
en pausados latidos
envueltos en el aire
donde anida el futuro.鈥
Las inferencias se obtienen al realizar operaciones en las que se consideran las propiedades de las piezas, su ubicaci贸n, su valor, su interconexi贸n, vulnerabilidad, probable evoluci贸n, potencial de ataque, etc. En rigor, cada jugador apunta a un mejoramiento de la posici贸n que tiene a la vista, es decir, a un mejor futuro. La visi贸n anticipada de lo que se busca permite encontrar m煤ltiples caminos para lograrlo. Sin embargo, no es menos cierto que en la vida y en el tablero, el presente es 煤nico; el futuro, m煤ltiple. Por eso el poeta y ajedrecista argentino Jorge Luis Borges, crey贸 que el futuro es, 鈥渦n jard铆n de senderos que se bifurcan.鈥
El presente demanda comprensi贸n, conocimientos, objetividad; el futuro, experiencia, intuici贸n, imaginaci贸n. El porvenir contiene algo del presente, pero tambi茅n depara imprevistos y sorpresas que hay que prevenir. Esto, al menos en ajedrez, se logra mediante ideas, pensamientos y visi贸n a profundidad, o sea, con prospectiva. En su tiempo, el segundo campe贸n mundial de ajedrez, Emanuel Lasker, dijo: 鈥淎l pensamiento que da vida a una combinaci贸n se le llama idea; al pensamiento que apoya al juego posicional se le llama plan鈥 茅ste tiene amplitud y profundidad que se imponen y, por medio de una lenta y met贸dica construcci贸n, da una estructura a la posici贸n.鈥 Sin embargo, tambi茅n vale la pena recordar lo que dijo el fil贸sofo y escritor espa帽ol Miguel De Unamuno (1864- 1936): 鈥淣o hay porvenir, el verdadero porvenir es hoy, 驴qu茅 es de nosotros hoy? esta es la 煤nica cuesti贸n.鈥 Incluso el poeta liban茅s Khalil Gibran (1833- 1931) afirm贸: 鈥淓l hoy no es m谩s que el recuerdo del ayer, y ma帽ana, el sue帽o de hoy.鈥 Puede ser. Aunque el poeta y ajedrecista persa Omar Kayyam (1050- 1123), tambi茅n dijo: 鈥淪i sabes que nada puedes hacer contra tu destino, 驴por qu茅 te produce ansiedad la incertidumbre del futuro? Si no eres tonto, goza del momento presente.鈥 Lo dijo Omar, que conste. Hasta la pr贸xima.