Entrevista
con Juan María Solare, realizada en Morelia, Michoacán, en febrero del
año 2006, en el marco del Torneo Morelia Linares. Por Javier Vargas Pereira Juan
María Solare es compositor de música, pianista y ajedrecista. En
entrevista, afirma que se puede comparar la estética de un compositor
musical con la de un jugador de ajedrez. Sostiene que muchos conceptos
ajedrecísticos como armonía, simetría, ritmo, combinatoria, existen
también en la música, aunque sería peligroso hacer una comparación
demasiado estrecha. Nacido en Buenos Aires, Argentina, en 1966, reside
en Alemania desde 1994, donde dirige un grupo musical de tango. También
escribe para diversas publicaciones de España, México y Alemania. Como
ajedrecista ha jugado para el club Shachfreunde Köln. Mülheim, de
Colonia, Alemania. También ha participado en diversos torneos en su
natal Argentina. 
¿Qué relaciones hay entre la música y el ajedrez? “Las
relaciones entre la música y el ajedrez se pueden encontrar en varios
niveles. Desde el plano meramente anecdótico, pasando por lo histórico,
hasta las relaciones estructurales. Lo anecdótico es lo más sencillo y
ameno. Hay muchas historias de músicos que han jugado ajedrez, por
ejemplo, el ruso Sergei Prokofiev, quien incluso jugó simultáneas con
Capablanca, a quien venció, y con Emanuel Lasker, con quien hizo tablas.
Unas décadas más tarde, Prokofiev jugó un match con el violinista ruso
David Oistraj, en Moscú. Este fue un encuentro de gala, con reloj y
árbitro; los contendientes lo tomaron tan en serio como si estuvieran
compitiendo por el título mundial. Otro compositor ajedrecista de
renombre fue el estadounidense John Cage, que utilizaba el ajedrez como
pretexto para estar cerca del artista plástico Marcel Duchamp. Cage y
Duchamp jugaron un match sonoro en Toronto, en 1968, sobre un tablero
electrónico que filtraba los sonidos producidos por otros músicos. Cage
empleaba muchos elementos aleatorios en sus composiciones, y él mismo
afirmaba que el ajedrez era para él como un equilibrio, un complemento,
ya que en el juego ciencia no puede haber azar.” ¿Cómo se vinculan en lo estructural? “Aquí
entra en juego la figura de Philidor, el mejor jugador del mundo en el
siglo XVIII, y compositor de 23 óperas. Él escribió en 1749 su famoso
tratado, Análisis del juego de Ajedrez, donde enuncia el
principio de que los peones son el alma del ajedrez. Esto implica que la
configuración de peones en el tablero determina el carácter de la
lucha, por ejemplo, si los peones en el centro están bloqueados, la
lucha será de maniobras más lentas, ysi no hay peones en esa zona, el
combate será más agudo. Pero 20 años antes, otro compositor, amigo suyo,
Jean Philippe Rameau, había publicado su, Tratado de armonía musical,
en el que sistematizó la idea y la práctica habitual en su época, que
los acordes son la base estructural de la música. Ambos tratados son
hijos de la Ilustración, y ambos encuentran un sustrato invisible
dentro de cada arte. Con una misma estructura de peones se pueden jugar
mil partidas; con una misma estructura de acordes se pueden componer
mil piezas musicales.” Conceptual y estéticamente, ¿en qué se parecen? “Se
puede comparar la estética de un compositor con la de un ajedrecista.
Por ejemplo, Mozart y Capablanca tienden a la sencillez, a la expresión
directa y sin complicaciones, con pocos exabruptos; en cambio, Beethoven
y Fischer gustan de las acciones enérgicas, a veces, violentas.
Prokofiev ha comparado a Emanuel Lasker con Bach, por su juego complejo
y profundo que le recuerda la música majestuosa del músico alemán.
Muchos conceptos ajedrecísticos, como armonía, ritmo, combinatoria,
existen también en la música, pero sería peligroso hacer una comparación
demasiado estrecha. Por ejemplo, la combinatoria en el ajedrez está
dirigida a un objetivo, en la música, en cambio, se refiere a la
permutación de elementos melódicos, por tanto, suele conducir a texturas
estáticas. Un concepto sugerente es la paradoja. En ajedrez, en muchas
partidas de Tal, luego de sus peculiares sacrificios, los valores
habituales de las piezas dejan de regir. A veces una dama puede valer
menos que un alfil. El equivalente musical serían ciertas obras de John
Cage, donde el concepto mismo de concierto de sonido se altera
radicalmente, o se invierte.” El
humanista George Steiner ha dicho que en sólo tres disciplinas surgen
niños genios: matemáticas, música y ajedrez, ¿qué opinas al respecto? “Son
tres lenguajes no verbales, cada uno con un sistema de signos y
significados de coherencia interna. Los tres tienen mucho de lúdico y,
tal vez por eso, a pesar de ser relativamente abstractos, muchos niños
los perciben como un lengua materna. Personalmente creo que el sonido es
una experiencia más primigenia que las normas ajedrecísticas, pero
supongo debe haber más niños genios en la música. Pero una vez
aprendidas las normas ajedrecísticas, así como su código de reglas y
principios, la genialidad se manifiesta de manera espontánea. A pesar de
todo, no hay que olvidar que las obras musicales más profundas y las
partidas más bellas de ajedrez, los llamados niños genio las han
producido posteriormente, en una etapa de madurez técnica y personal.” ¿Qué diferencias hay entre la música y el ajedrez? El
pianista Paul Badura- Skoda, también amante del ajedrez, quien alguna
vez hizo tablas con Karpov en simultáneas, me escribió: “Una diferencia
yace en el empleo de la agresividad, que en la música suele sublimarse,
pero en el el ajedrez puede intensificarse hasta el instinto asesino”.
El factor deportivo es tal vez la diferencia clave, aunque hasta cierto
punto, porque también hay numerosas competencias y concursos de música.
Además, ¿qué significa vencer en la música, quién es el rival? Sólo
metafóricamente se podría responder: tal vez superar la tradición, o
vencer la inercia de los hábitos auditivos rutinarios, pero esto es
alegórico, no es lo mismo que la victoria sobre el tablero.” ¿Hay músicos iberoamericanos destacados que juegan ajedrez? “Sí,
incluso de manera indirecta, por ejemplo, el maestro internacional
mexicano Julián Estrada es hijo de un famoso compositor de vanguardia,
Julio Estrada. Un argentino, Arnaldo D´Espósito, escribió un ballet
titulado Ajedrez. El argumento se desarrolla en torno a una
partida entre dos ancianos, su adormecimiento, el ensueño fantástico de
los reinos blanco y negro en lucha, el despertar y la reanudación del
juego en la vigilia. Otro argentino es Pompeyo Camps, con su obra
Trebejos, para piano a cuatro manos. Yo mismo tengo una composición
llamada Zugzwang, que está dedicada al árbitro internacional Lothar
Schmid, donde intento reflejar musicalmente conceptos de la estrategia
ajedrecística. También hay dos españoles, por ejemplo, Carlos Cruz de
Castro, juege de programación de Radio Nacional de España, quien compuso
una obra aleatoria también llamada Ajedrez, para ensamble
instrumental. Cada instrumento tiene asignada una pieza y cada escaque
tiene asignado un motivo musical. Según el desarrollo de la partida,
cada instrumento tocará una melodía. La otra compositora española es
Sonia Mejías López. Su obra también se llama Ajedrez y es para cello
(las negras) y violín (las blancas). Cuando las blancas capturan una
pieza rival, el violín toca con su arco el instrumento del contrario.
Cada trebejo está asociado con un tipo de toque, por ejemplo, el peón,
con el pizzicato (pellizcar la cuerda con el dedo).” ¿Hay muchos músicos famosos que a la vez son ajedrecistas? “Muchos
se sorprenderían de saber cuántos músicos famosísimos tienen el ajedrez
como hobby principal, aunque como el tiempo no es infinito, han tenido
que privilegiar una actividad sobre otra. Y a la inversa, grandes
jugadores han sido músicos de primera línea, como Smyslov y Lajos
Portisch, pianista. Lothar Schmid, árbitro de los matches más
importantes de las últimas décadas, tocaba violín. En carta personal me
confió, hace algunos años, que sus amores eran la música y el ajedrez.
Si el porcentaje de ajedrecistas entre músicos fuera mayor que el total
de la población, se reforzaría la conjetura de que existe una relación
intrínseca entre ambas actividades.” ¿Hay más ajedrecistas entre los músicos, que entre los militares o los futbolistas? “Tal
estudio estadístico, que yo sepa, no ha sido hecho. Las enigmáticas
relaciones entre la música y el ajedrez apenas han sido investigadas
seriamente, tal vez porque tales relaciones no son claras ni
demostrables ni “interesantes”…
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